miércoles, 21 de noviembre de 2012

Me asomé al mundo y lo primero que hice fue tomar una taza de café. ¿Por qué?. ¿Qué es el café?. Yendo más allá de lo que resulta obvio; una infusión, el café es pura metafísica.

Es un momento para parar físicamente, para dejar toda atadura que nos amarra a la frenética actividad de la vida. Un momento para meditar. Te sientas. Echas azúcar, siempre azúcar, para endulzar los días. Lo mueves y te dejas llevar.

¿En cuántos momentos puedo situarme con este aroma?. ¿Cuántas mañana he despertado con su sabor?. ¿Cuántas palabras me han sabido a descafeínado? ¿Cuántas veces ha calentado lo que hay dentro de mí que creía helado por la fricción con lo cotidiano? ¿A cuántos artistas inspiras?. ¿A cuántas musas despiertas del más profundo de sus sueños?..

¿Cuántas tazas necesito para que no duelan los recuerdos?.

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